¿Cuántas veces has dicho sí y te has arrepentido después? Tendemos a decir “si” a la primera de cambio, cuando alguien nos pide algo, incluso cuando hace sentirnos incómodos. Para evitarlo, aprender cómo decir no se convierte en esencial.
Se trata de una habilidad que nos hará avanzar en todos los órdenes de la vida, incluso cambiando a un estilo de vida más saludable.
He tenido la suerte de asistir a algún seminario donde he aprendido a distinguir que decir no es priorizar sobre lo realmente importante. Es probable que te sientas más feliz cuando aprendas a decir no en el momento adecuado.
El aprendizaje para saber cómo decir no puede resultar muy duro, en este artículo vas a encontrar algunos consejos que te ayudaran a suavizar el golpe.
Los argumentos por los que nos asusta decir no.
Muchos de nosotros nos vemos condicionados en el día a día a ser agradables con los demás. Esto nos lleva en ocasiones a decir Sí a regañadientes y sino piensa si actúas así en estas ocasiones:
Para evitar un conflicto. Somos muchos los que procuramos no entrar en conflicto mientras sea posible. Por defecto, nuestra primera opción será buscar un acuerdo aunque esto suponga ceder un Sí.
Como hecho diferenciador. A menudo aceptamos peticiones por el mero hecho de querer diferenciarnos de nuestros competidores.
Decir no, no significa falta de asertividad, simplemente puede tratarse de una herramienta para establecer ciertos límites, en la vida y en la forma en que otras personas te ven.
A quienes más nos cuesta decir que no es a aquellos con los que tenemos un mayor vínculo afectivo, a las personas que más queremos o apreciamos. Al decirles que no, pensamos que los estamos rechazando, y que este rechazo puede ser reciproco.
¿Por qué tienes que aprender a decir no, si aún no lo dices?
Resulta imposible complacer a todo el mundo o decir Sí a todas las peticiones que recibas.
Un buen amigo me decía hace unos días que:
Muchas veces nos complicamos la vida porque decimos Si demasiado pronto o porque decimos NO demasiado tarde. Clic para tuitearExisten muchas referencias que señalan que las personas de éxito tienen la cualidad para rechazar una petición cuando la situación lo demanda. Y parece que todos coinciden en señalar estas tres razones:
Ayuda a definir los limites. Evita que la gente piense que siempre vas a estar de acuerdo en algo.
Mejora la confianza. El hecho de decir no puede aumentar tu confianza, hacerte sentir que controlas tu propia vida.
Optimiza tu tiempo. Decir no te permitirá mejorar el uso de tu tiempo, podrás concentrarte en lo realmente importante.
En el entorno de la empresa, la simplicidad de decir no se vuelve mucho más compleja. Deberás descubrir cómo rechazar y mantener al mismo tiempo la relación laboral o comercial inalterada.
Saber cómo decir no resulta una cualidad magnifica para mejorar tu vida personal. No solo te permitirá rechazar aquellas solicitudes que te hagan estar mal, sino que te ayudará a negarte a ti mismo de vez en cuando.
Por ejemplo, decirte no cuando quieres tomarte esa tercera cerveza con los amigos o la segunda si vas a conducir después. Desarrollar una cierta disciplina puede hacer que tu vida sea un poco más aburrida, pero mucho menos estresante.
Reconozco que en determinadas situaciones me resulta muy ingrato tener que decir que no.
4 Propuestas para decir NO en la vida laboral y personal
Aprender a decir que no es necesario, como lo es, saber cómo decirlo sin que suponga discrepar con tu interlocutor. El éxito está en conseguir el equilibrio. Te dejo estas cuatro propuestas para ayudarte a alcanzar ese objetivo.
1. Decir simplemente “no”
Seguramente lo más sano es decir simplemente “no” y pasar a otra cosa. Pero también es cierto que cuando se trata de familiares, amigos o clientes, la cosa cambia y es más difícil decirlo tan fácilmente.
Distinto es cuando no tienes vínculo alguno con quien te pide algo. En ese caso decir que “no” sale de una forma más fluida.
Un claro ejemplo es esa llamada de teléfono mientras cenas para asaltarte con una encuesta.
- ¿Me dedica un minuto para responder unas preguntas?
- NO.
La mejor manera de aprender a decir “no” es hacerlo cuando sientas que debes hacerlo.
2. Proponer alternativas que puedan ser viables.
Desgraciadamente muchas personas se ofenden si te niegas a su petición. Y da igual que se trate de un cliente, un amigo o un familiar. Por eso, a menudo, la forma de evitarlo es explicar razonadamente porque no es posible y si existe, proponer una alternativa que resulte viable.
A veces la alternativa pasa por posponer el asunto para más adelante, cuando haya más tiempo para realizarlo o las condiciones sean más favorables.
Hace unos meses le propuse a un amigo el desarrollo de un proyecto web para la venta de determinados productos financieros – no, no te voy a decir de que se trata, no quiero que te adelantes – pero me encontré con:
- Se trata de un proyecto muy ambicioso, con mucho tiempo de análisis y desarrollo. Ahora no puedo dedicarle las horas de trabajo que necesita.
- Si te parece lo evaluamos de nuevo en unos meses y si es factible, nos ponemos con ello. Mientras podemos sondear el mercado potencial de clientes a los que les podría interesar.
Cuando no hay alternativa o el tiempo no juega a tu favor y no quieres decir que “sí”, yo acostumbro a utilizar el silencio. Me mantengo callado unos segundos ante de decidir qué hacer y por lo general el silencio se rompe con una nueva propuesta de tu interlocutor. Puedes pensar que se trata de una actitud pasiva, lo sé, pero funciona y me evito el tener que decir que “no”.
3. Procura ser honesto y no te demores si tienes que decir “no”
La sinceridad, aunque nos cueste, es lo que mejor funciona. Cuando se trata de decir que no, es mejor no andarse por las ramas e ir al grano. Por ejemplo, si el jefe o un cliente te piden que hagas un trabajo extra acabada la jornada, posiblemente tu primera reacción será buscar mantener vivo el asunto hasta encontrar la mejor forma de rechazarlo.
Contra más tiempo tardes en decir no, la presión a la que te verás sometido será mayor. El estrés por dar una respuesta aumentará, igual que las posibilidades de terminar haciéndolo, lo que hará que te sientas mal.
A veces no queda otra que tomarse un tiempo para valorar la respuesta. Durante ese periodo, suelo pensar en dos cosas: si tengo que dejar tirado a alguien y si soy la persona adecuada para realizar la tarea.
Una respuesta afirmativa a la primera pregunta o un no en la segunda, para mí son motivos suficientes para rechazar la petición.
4. Preparar un guion de ayuda de cómo decir no.
En más de una ocasión habrás tenido que pedir alguna cosa y posiblemente te hayas sentido incomodo si has recibido una negativa. Una forma de rebajar la dureza cuando tienes que decir no, es mostrar agradecimiento por contar contigo. Hacerlo con respeto y amabilidad te ayudará a rechazar las propuestas sin sentirte culpable. Y que mejor para hacerlo que tener unas cuantas frases preparadas y ensayadas para cada ocasión.
- Discúlpame pero en este momento no tengo ningún hueco en mi agenda, quizá en unos meses pueda atender tu petición.
- Creo que no soy la persona adecuada para ayudarte con tu proyecto,
- Lo siento, pero esto que me pides no se ajusta a mi competencia profesional.
- Lamento declinar la invitación, pero me encantará concertar una reunión en otra fecha.
- Para esto que me planteas no necesitas mi ayuda, estoy seguro que no te costará mucho encontrarlo en la red (o en las páginas amarillas).
- Si me implico en tu proyecto ahora, tendría que dejar otros trabajos que ya tengo comprometidos.
- Podría ocuparme de tu propuesta, pero para llegar a un nivel de calidad óptimo tendría que dejar otras tareas ¿Qué prefieres que deje a un lado para ocuparme de esto?
Si con esto no mejora tu destreza de cómo decir no, utiliza la sinceridad. Siempre podrás recurrir a un…
Siento mucho si te decepciono, pero uno de mis objetivos para este año es mejorar mi habilidad de cómo decir no. Y tu eres un buen candidato para entrenarme.
Conclusión
Aprender cómo decir no es muy importante para tener el control de tu tiempo. Después de todo, tienes cosas importantes que hacer, ¡y nadie como tú para administrarse el tiempo!
La palabra “NO” es muy potente, pero no por ello debes tener miedo a usarla cuando la situación lo requiera. En el ámbito empresarial, tendrás que ser más cauto en su uso con los clientes o compañeros, pero sin renunciar a rechazar sus demandas cuando consideres que no son posibles.
Sobre cómo hacerlo, en este post te he descrito cuatro formas de cómo decir no que puedes utilizar en cualquier situación y para que dejes de lado la culpa por ello.
- Decir simplemente “NO”.
- Proponer alternativas que puedan ser viables.
- Procura ser honesto y no te demores si tienes que decir “no”
- Preparar un guion de ayuda de cómo decir no.
Es tu turno, comparte tus pensamientos dejando tus comentarios más abajo.
¿Se ha visto afectada tu relación con los clientes cuando les has rechazado alguna de sus demandas?
Imagen gentileza de Pixabay
0 comentarios