Cometererrores resulta muy molesto. Al menos a mí me molesta bastante. Cuando sucede es una de las experiencias más desagradables que se puede tener. Cometer errores y percibirlo, hace que cualquiera caiga en el desánimo, y si ocurre con frecuencia puede dañar la autoestima irremediablemente. Lo peor es que cometer errores no se limita a determinadas actividades de la vida, sino que estás expuesto en cualquier momento y circunstancia.
Sin ir más lejos hace unos meses cometí el error de publicar un artículo que ahora, por prudencia, he tenido que retirar. Pero es que hace unos días, estuve comiendo con los amigos en un restaurante al que ya habíamos vetado en 2 ocasiones anteriores. De nuevo nos dimos de bruces contra el suelo.
Da igual cual sea tu condición, tarde o temprano, todo el mundo comete errores. Ya sabes, los humanos somos capaces de tropezar dos y más veces en la misma piedra.
Desgraciadamente vivimos en una sociedad que premia a los buenos mejores, lo que hace más complicado gestionar el fracaso. Y para muchos, cometer errores es fracasar. Lo peor de todo es que no solo lo piensa quien comete el error, sino también quien lo valora, aunque sea gratuitamente.
Cometer errores forma parte de la vida.
Y los humanos tenemos la costumbre de cometer errores de forma reiterada. Parece que nos da igual, lo hacemos en el trabajo, en las relaciones personales, en el amor. Podría continuar pero somos humanos y no te queda otra que aceptarlo, sin más.
Es una verdad absoluta.
La mayoría de las veces los errores que cometemos se deben a ese afán de demostrar que somos el mejor. El número uno en el trabajo, siempre pretendiendo demostrar a los demás que eres el mejor capacitado, el más meritorio. Si hablamos de relaciones personales, sin duda, el mejor amigo, y que decir en el amor… el mejor amante.
Sencillamente, ¿Actuamos así para ocultar aquello que nos hace vulnerables? Seguramente es la manera que tenemos de no enseñar nuestro lado más humano.
Tal vez, cometer tantos errores es por una falta de propósito que dé sentido a la vida. Si te fijas, la mayoría de nuestras acciones tienen un objetivo inmediato, no siempre alineado con nuestro propósito. Y entonces parece que lo que hacemos no tiene sentido y te hace sentir insatisfecho, frustrado, decepcionado.
Estoy convencido que te has sentido así en más de una ocasión, a mí me ha pasado y con más frecuencia de lo esperado.
Según he ido creciendo como persona, reconozco que gestiono mejor las consecuencias de mis errores. Con el paso del tiempo, el orgullo, la vanidad de juventud se están tornando en naturalidad y mesura, y esta puede ser la razón por la que cometer errores resulta un poco más difícil.
Pero el tiempo no lo ha hecho todo, cada error cometido me ha llevado un periodo de reflexión. Después de asumir que cometer errores es intrínseco a la vida, lo mejor es destacar lo positivo, dejando de lado lo que tiene de decepcionante.
Cómo gestionar la decepción
Antes apuntaba que vivimos en una sociedad que espera mucho de la vida y de que todo lo que hacemos tenga un final feliz (como en las películas). Pero las cosas no siempre salen como pensamos y la decepción se apodera de uno, resultando difícil convivir con ella y saber gestionarla.
Caer en un estado de decepción está a la vuelta de la esquina: no te han renovado el contrato de trabajo, has tenido que echar el cierre al negocio, esa relación se ha vuelto tortuosa o tu amigo del alma no ha estado cuando lo necesitabas.
La decepción hay que sacársela de encima cuanto antes. No sirve con aprender a convivir con ella, hay que ir mucho más allá, encontrarle una explicación. Necesitamos saber que errores hemos cometido que han impedido alcanzar la meta pensada y también, necesitamos aceptar que hay que pasar el duelo causado por la tristeza de la decepción.
Las cosas no ocurren si no hacemos que ocurran, por tanto depende de nosotros concluir el periodo de duelo y pegarnos el impulso suficiente para acometer nuevos proyectos.
Y en eso estoy ahora.
Retirar un artículo del blog ha supuesto un duro golpe, ha hecho que me pregunte si merece la pena seguir con esto. Y la respuesta ha sido que mientras su contenido ayude a uno solo de los lectores, claro que merece la pena.
Publicar nuevos contenidos con mayor frecuencia y conseguir el tiempo para hacerlo, son dos de los objetivos que forman parte de mi propósito vital. Pensamiento final
Cometer errores es intrínseco al ser humano. Este es un hecho irrefutable, como lo es, el estado de frustración, de decepción que genera no conseguir tus sueños.
Evitar esta situación depende de nosotros mismos, saber el porque ha pasado, nos ayudará a no caer en el mismo error una y otra vez. Como el aprendizaje va a ser largo, mejor cometer errores nuevos que caer en los de siempre, la experiencia debe servir para algo.
Así que no tengas miedo a los errores, cometerlos y saber porque ha pasado te acercará a ser mejor persona.
¿Qué tal te funciona la capacidad para partir de cero, después de asumir que te has equivocado?
En unos días comienza un nuevo año en el que podrás seguir practicando. Que seas muy feliz.
Foto gentileza de Freepik
Buenas tardes Carlos, el error está en nuestras vidas al igual que el acierto. Quién no acepte esta premisa YA COMETE EL MAYOR ERROR EN SU VIDA. Y después, viene una segunda virtud la humildad para reparar. Errar es humano, reparar y aprender de los errores es de sabios. Nunca lo olvides.
( Te lo mandé antes pero me rebotó, por ello te lo vuelvo a enviar. Ves… un error…)
Un abrazo,
Hola Isabel, completamente de acuerdo.
Un abrazo
Hola Amigo.
Me gustó tu reflexión sobre los errores que todos cometemos.
Creo, como dices, que lo importante es aprender de ellos, y tratar de ser benévolos con nosotros mismos cuando ocurran.
Gracias. Un abrazo.
Hola Carlos
Muy buen artículo aunque no esté directamente relacionado con la temática habitual del blog.
Si me permites, me gustaría añadir que tras cometer un error también es muy importante el perdonarse a uno mismo o a los demás por ello, dado que de otra forma una acumulación de mala energía mental puede empezar a acompañarnos, con las consecuencias que esto acarrea.
Enhorabuena por el blog y Felices Fiestas,
Álvaro
Me ha encantado tu reflexión Carlos. No sabes lo a punto que llega en mi vida… me has hecho sentir mejor solo por leerte.
Y a mí sí que me sirve tu blog, así que me encanta que continúes con nosotros!!
Un abrazo!
Hola Elena, me alegro de haber sido útil.
Un abrazo,
Gracias Alvaro, por tu aportación.
Un saludo,