¿Te imaginas que te quedas tirado con el coche a las puertas de casa y el seguro de asistencia en carretera no te atiende?
¿Qué pasa con ese contrato que ibas a firmar o con la cita del médico que tanto te costo conseguir?
Después del cabreo monumental del primer momento, toca buscar una solución por si vuelve a pasar.
La asistencia en carretera se ha convertido en una cobertura esencial para tenerla incluida en tu seguro de coche. O para contratarla en un seguro individual. Sea como sea, mi consejo, es que si usas el coche, contrates un seguro de este tipo.
Pero no vale cualquiera, en mi caso busco que la asistencia no sea solo para el coche, también para las personas. Que me dé soluciones ante circunstancias en las que el coche, por avería, accidente o cualquier otra, no pueda circular.
Estas son algunas de las claves con las que valoro qué seguro de asistencia en carretera me conviene, y por qué.
1. ¿Qué cobertura me presta la asistencia en carretera?
Me gusta hacer la valoración pensando en quien puede sufrir las consecuencias de quedarte tirado en carretera. Junto con la asistencia al vehículo, también considero que prestaciones van a recibir las personas que viajen en el coche, o si la cobertura se extiende cuando no lo hagan.
Para mí es muy importe saber que si me roban el coche (aviso: solo vale lo que valen sus neumáticos), la gente que viaja conmigo tendrá los medios para regresar a casa, o el alojamiento pagado mientras reparan esa inoportuna avería.
2. Reparación «in situ»
Pero no siempre las cosas tienen que ir tan lejos. También quiero tener la seguridad de que si pincho una rueda o el coche se queda sin batería, voy a recibir la asistencia necesaria para poder continuar el viaje. Además, como soy un poco despistado, tampoco me vendrá mal, que me atiendan si pierdo las llaves o el coche se queda sin gasolina.
Conseguir solucionar el problema sobre la marcha puede ahorrarte muchos problemas. Por eso, para mí es importante contar con un servicio de asistencia que pueda efectuar una reparación rápida en el lugar del incidente.
3. Asistencia desde el kilómetro «0»
La última asistencia en carretera que tuve que solicitar fue por la rotura del cable de embrague. Me pasó a tan solo 2 kilómetros de casa. En esa ocasión iba solo y no tenia prisa. El coche emprendió su viaje al taller en la plataforma de la grúa, mientras que yo, dando un paseo, volví a casa.
¿Qué hubiese pasado si voy acompañado y me ocurre a 10 kilómetros de casa? Pues que al hecho de tener que pagar la grúa, también hubiésemos tenido que hacer frente a los gastos de un taxi para volver. En mi caso, la cobertura de la asistencia en carretera comienza en el kilómetro «cero».
Merece la pena que revises este punto porque más de un seguro de asistencia presta su cobertura a partir de los 25 kilómetros.
4. Vehículo de sustitución
Has tenido una avería o un accidente y la reparación supone tener el coche inmovilizado un par de días. Estás de vacaciones o de trabajo. Adiós a aquel lugar tan bonito del que te hablaron o a esa entrevista tan importante para tu negocio. Te has quedado tirado en el momento más inoportuno y no tienes medio de llegar hasta allí.
Para mí es muy importe, y supongo que para ti también, poder mantener la autonomía que da disponer de un coche de sustitución si ocurre algo así.
Todo lo bueno tiene un coste, y si lo quieres, hay que pagarlo.
5. Repatriación del coche y las personas
Tener un accidente ya es un problema, pero tenerlo a muchos kilómetros de casa, es aún peor. Por eso, una de las cosas que más valoro es que, si tengo una avería, accidente o me roban el coche estando fuera de mi provincia o país, me lo van a repatriar cuando se repare o se encuentre.
Y por encima de lo que pueda pasar con el coche, está saber que, si los accidentados o enfermos somos los pasajeros, podemos ser repatriados por el seguro de asistencia en carretera.
6. Asistencia en el extranjero
Las averías, los accidentes no pasan solo en España, también cuando sales fuera.
No solo es importante contar con la repatriación. A veces, la necesidad es pasar unas horas en las urgencias médicas. O tener a tu disposición una habitación de hotel, donde guardar el reposo prescrito antes de retomar el viaje, o por si tus acompañantes tienen que esperar tu alta del hospital. Otras veces, por el envío de medicamentos o de objetos robados o extraviados.
La situación puede ser peor y tienes la necesidad de regresar por enfermedad, accidente o fallecimiento de un familiar próximo. O por el contrario, eres tú el que necesitas que se desplace un familiar porque vas a pasarte una temporadita hospitalizado.
Contar con una buena cobertura en el extranjero es una de las claves que más valoro antes de elegir el seguro de asistencia.
7. Anticipos económicos durante el viaje
Te has gastado todos los ahorros que tenias pagando el viaje de tus sueños. Has dejado la cuenta del banco sin saldo y te has ido con el crédito de tus tarjetas y el poco dinero que te ha quedado.
No esta demás, en esos casos, que el seguro de asistencia te pueda facilitar, si lo necesitas, un anticipo de dinero si sufres algún percance grave.
Contar con una cantidad de dinero para pagar a un abogado o depositar una fianza judicial puede resultar vital. Recuerda que, cuando viajas, estas sujeto a las leyes del país donde vas. Pero todos tienen algo en común, la necesidad de tener dinero.
Conclusiones
Si hay varias cosas que pueden fallar, lo hará aquella que más daño provoque.
Ley de Murphy
La batería que no funciona, esa llave que no encuentras, el maldito bordillo que ha reventado la rueda. Son pequeñas cosas que pueden fastidiarte el viaje. Y si además lo haces en compañía, el problema es aún mayor.
No es lo mismo quedarte en el hotel porque no tienes medio para moverte, que mantener la libertad para desplazarte al contar con un vehículo de sustitución.
Con el seguro a terceros del coche puedes desplazarte, sin trámite alguno, por más de media Europa. La cobertura de asistencia en carretera también debe hacerlo. Pero no con cualquier límite. Porque no es lo mismo tener limitados los gastos médicos o de abogado a 600 euros que tener hasta 6.000 euros.
A veces, saber que no estás solo, no tiene precio, y la asistencia en carretera puede hacer que no lo estés.
Por tanto, mi conclusión es muy clara:
La cobertura de asistencia en carretera, para mí, se ha convertido en imprescindible.
¿Y para ti? ¿Has tenido que recurrir alguna vez a la asistencia en carretera?
Comparte tu experiencia en los comentarios.
Imagen gentileza de Pixabay
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