Big Data, Inteligencias Artificial… palabras que oyes cada vez con más frecuencia.
Según algunas estimaciones en el mundo se generan 1.700 billones de bytes de datos por minuto. Esta ingente cantidad de información procedente de diferentes dispositivos forma parte de lo cotidiano.
Piensa por un momento que cada vez que haces clic para enviar un whassapp, un tuit o pagas con la tarjeta, estás generando nuevos datos. Tu canal de televisión favorito, la lectura del contador de la luz o el GPS del coche, son una fuente de información.
Con toda esta información, un análisis optimizado de los datos, permite elaborar un retrato personalizado de cada individuo.
¿Imaginas que se puede hacer con esa información?
En este artículo veras que aplicaciones tiene el big data en el seguro, y cómo te va a afectar.
Big data, ¿Qué es?
El Big Data es la gestión y el análisis de enormes volúmenes de datos que no pueden tratarse de forma convencional. En el big data caben tanto las infraestructuras, las tecnologías o los servicios creados para dar solución al procesamiento de los datos estructurados o no y recopilados a través de los diferentes elementos tecnológicos con los compartimos nuestro día a día, desde cámaras, móviles, micrófonos, escáneres, ordenadores.
El objetivo del Big Data es obtener una información estructurada partiendo del dato, permitiendo la toma de decisiones, incluso en tiempo real. Las empresas utilizan ya estos medios para conocer mejor al cliente, sus necesidades y opiniones sobre sus productos y servicios. Así pueden adecuar la forma de actuar con el cliente y como prestarle el mejor servicio.
¿Y esto que tiene que ver con los seguros?
Seguramente que también has oído hablar en los últimos años que alguna aseguradora española (Mapfre, Zúrich) está implantado un aparato GPS conectado al vehículo. Ya hay instalados y en uso unos 160.000 aparatos. Con él conocen el tiempo de uso del vehículo o los kilómetros recorridos, pero sobre todo los hábitos del conductor. ¿Para qué sirve esto? Para ajustar de una forma más eficiente las primas del seguro al riesgo real asegurado.
En el mercado anglosajón, donde denominan a este sistema “paga como conduces”, están implementando estos aparatos de tal forma que se aplican grandes bonificaciones a quienes conducen bien o recorren pocos kilómetros. Pero también sirve para penalizar severamente a quienes lo hacen mal.
En el segmento del seguro del automóvil, el Big Data puede tener una contribución destacada, haciendo posible el aseguramiento personalizado al usuario. Y porque no utilizarlo también en otros segmentos como los seguros de salud o vida. O en el área del siniestro, analizando patrones de probabilidad en la prevención del fraude.
Recientemente leía en un artículo sobre un estudio realizado analizando los “me gusta” de Facebook. Los ordenadores hacen el análisis son mejores que un experto humano para predecir si el usuario fuma o toma drogas. Las aseguradoras habrían encontrado una mina de oro en este tipo de información, con esta huella digital las compañías podrán ser capaces de facilitar a sus clientes productos a medida, mucho mejores…
¿ Y más justos?
¿Dónde queda el derecho a la intimidad?
Habíamos dejado en el párrafo anterior una pregunta sin responder. La respuesta es sí. Serán más justos porque el precio se podrá establecer de manera individualizada según el cliente.
Pero también se puede quebrar el principio de solidaridad sobre el que se asienta la industria del seguro. Hasta ahora únicamente se tenía en cuenta los datos afines al colectivo (demográficos, geográficos) y no los relativos al comportamiento, los cuales, con el big data, pueden pasar a formar parte de la evaluación del riesgo.
Esta individualización de los datos puede tener como consecuencia que las aseguradoras se nieguen a suscribir un contrato de seguro. Que establezcan primas imposibles de pagar a determinados individuos cuando su huella digital determine un componente de riesgo elevado, por ejemplo: personas con riesgo genético de sufrir enfermedades graves o conductores negligentes.
Nos dicen que en Big Data no trabajan con datos directos para el análisis de la información. Es posible, pero cuando dicen de personalizar productos y servicios no hablan de colectivos con un mismo riesgo, hablan de seguros adaptados al individuo. El peaje que tendremos que pagar será la pérdida de privacidad.
Cambiamos intimidad por obtener un mejor precio en el seguro.
Para los que como yo hemos pasado mucho tiempo en la web 1.0, la incorporación a la web 2.0 me está descubriendo una forma de hacer diferente. Puedes comprobar lo te digo dándote una vuelta por Google Analytics. Se trata una herramienta de análisis que muestra una información detallada y estructurada. Con ella, por ejemplo, analizo los datos sobre el tráfico de esta página.
Qué pasaría si las grandes compañías que ahora dominan los datos y su análisis, Google, Facebook, entrasen a operar directamente en una industria que factura en torno a los treinta billones de dólares y genera unos beneficios superiores a los trescientos mil millones de dólares, desde luego no pasarían inadvertidas.
¿Cómo ves el que se puedan diseñar productos o servicios a medida? ¿Beneficia o perjudica?
Imagen de Rawpixel.com – Freepik
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