Resistiré. O el estado de alarma en casa de los López

Decidme, ¿Hay algo más hermoso que estar en familia? Pues aprovechemos la situación para compartir inquietudes, redistribuir el mobiliario del salón, a ver si de una vez se puede ver la tele de frente. Y qué me dices de unos vídeos en el Youtube sobre cómo poner un huerto en la terraza. Y porque no, emular viejos tiempos cantando a coro, Resistiré.

Como en casi todos los hogares, las puertas en casa de los López, llevan cerradas desde hace 17 días. Y digo como en casi todos porque hay alguno en el barrio que parece la estación de Atocha en hora punta. Son muchos de familia, sí, pero vaya trajín que se traen. A su perro ya no lo queda ni una gota que echar, lo que agradecen las puertas del vecindario y el olfato de los vecinos.

¿Y cómo saben los López todo esto?

Pues porque la ventana y el balcón se han convertido en los sitios más visitados de la casa.

A las 7:30, la vecina del primero se marcha al curro, hay que darle los buenos días y mucho ánimo desde la ventana. Es enfermera, una heroína, como todos los que estos días van a la guerra sin armadura.

A las 10:00, día sí, día no, toca el seguimiento del técnico en reciclaje de residuos sólidos (SWRT, por sus siglas en inglés). Resulta curioso ver como se implica en retirar los objetos que se pegan al bordillo de la cuneta, mientras se quedan en las aceras los residuos orgánicos. Los excrementos de las palomas que los sueltan sin miramiento, posadas en la cornisa del tejado o las cacas del perro del vecino, bueno de ese y de otros tantos. Ya se sabe que los perros y sus dueños tienen querencia por marcar el territorio.

Con tanto silencio, sin tráfico de coches, de carros, de gente, cualquier ruido incita a la curiosidad. ¡Y a visitar el balcón!

Resistiré. Un Dúo más dinámico que nunca

15:30 Regresa de currar la enfermera del primero, es el momento de enterarse, de primera mano, cuál es el parte de estado en el hospital por el coronavirus. Hoy, a las quejas por falta de material, se ha unido la de que han tenido que amueblar y equipar la única clínica privada de la ciudad, a la que la Administración piensa derivar enfermos.

Con la agilidad mental que caracteriza a la señora López, enseguida se pregunta: ¿Pues con qué trataban a los enfermos antes de la crisis sanitaria?

Así hasta las 20:00 horas, cuando empiezan los sones de Resistiré, canción del Dúo Dinámico, hoy más recordado que nunca. Y entonces, el barrio se pone a dar palmas, sin compás, pero con una armonía vecinal. Lástima que son pocos vecinos y la mayoría, o están preparando el currículo para la Seguridad Social o ya son veteranos en la institución.

Cada 3 o 4 días se impone una visita al Mercadona, hay que reponer la nevera y como no, comprar unos cuantos rollos de papel higiénico. Ninguno de los López está dotado para el fútbol, así que el higiénico se utiliza para lo que está fabricado y no para darle patadas a ver quién se enrolla más con el rollo.

Y así termina la jornada de balcón, porque de la cacerolada de las 21:00 horas ni rastro, que no están los tiempos para quedarse sin útiles en la cocina.

La memoria del móvil se declara en huelga

Hoy te toca a ti ir a por el pan. ¡Y trae el periódico al abuelo!

En casa de los López se reparten las tareas, por lo que casi siempre le toca al padre ir a por el pan y la prensa. En estos días de confinamiento y Resistiré, supone una bocanada de aire fresco.

Son quinientos metros de paseo, primero la tahona, después el quiosco y para terminar la visita a la abuela. Por cierto, la abuela López ha tenido un subidón de fraternidad y durante unos días ha desempolvado la Singer para hacer unas cuantas mascarillas y unas pocas batas para los sanitarios de la familia. Y encima el gobierno les racanea en la pensión.

A la vorágine de balcón, ventana o compra, hay que añadir el ruido incesante del móvil avisando de un nuevo wasá.

¡Joder que estrés!

Y menos mal que no suenan todos porque a alguno se le han acumulado más de 150 mensajes en un día. Eso sí, concentrados en cuatro chat. Y menos mal, porque de lo contrario, Juan, el padre, tendría que hacer crowdfunding para cambiar el móvil por otro donde la memoria no se declare en huelga.

De augures a agoreros

La verdad es que según van pasando los días, la presión que ejerce el whatsapp va bajando el tono. A mí personalmente, me cansan un poco los vídeos de analistas que venden el sentido común o la matemática de primaria como su último hallazgo o los del esto a mí no me hubiese pasado. Deberíamos ser un poco más responsables y no distribuir lo que determinados grupos pretenden que creamos, y menos sin haberlo contrastado antes.

Sin embargo no todo son augures y agoreros, de vez en cuando el wasá, entrega algo interesante. Además de las noticias sobre cómo está la familia, los López también han recibido… cinco versiones en vídeo de Resistiré.

Por fin el cable de la televisión se hace grande

En casa de los López ha ocurrido un milagro.

De buenas a primeras, la lista de canales de televisión casi se hace infinita. Abres la guía de canales y si antes costaba recordar lo que echaban en La 1 de TVE cuando vas por el canal de National Geographic, ya ni te cuento. Han aparecido de la noche a la mañana canales de series, cine, deporte, total que el mando a distancia, casi se derrite en la mano mientras decides que ver.

Menos mal que por una vez el proveedor del cable ha hecho algo más que subir los precios y pasar religiosamente la factura a primero de mes.

La verdad es que agrandar el cable es de agradecer. Sobre todo porque sirve para rellenar los tiempos muertos que deja la actividad de ventana. Ya sería la leche, si dejasen en abierto los estrenos.

El teletrabajo. Y decían que era el futuro.

Bueno, bueno, bueno… no te lo pierdas, que en casa de los López también ha entrado el teletrabajo. Y eso que el padre curra en seguros, una de esas actividades básicas que se pueden realizar, durante el confinamiento, en el centro de trabajo.

Así que en los 70 metros cuadrados de la vivienda han tenido que montar un despacho. Quién dice un despacho, dice acomodar el ordenador en la mesa del salón y utilizar el tresillo como silla de escritorio, además de tener que tirar unos cuantos cables por el suelo y llevarse la bicicleta estática al balcón.

¡Es el futuro, trabajar desde casa!

Si, si no tienes hijos, vives solo o tienes una casa con espacio para montarte el garito. Y siempre que los jefes tengan otras cosas de las que ocuparse al margen del trabajo. Porque esa es otra; cómo estás conectado, no te importará mirar esto y tenerlo para la vídeo reunión de mañana. Seguro que puedes dedicarle unos minutos a… Y que te parece si… nos cantamos un Resistiré.

Y así hemos llegado hasta el día 17 de confinamiento. Mientras, casi sin darnos cuenta, nos hemos transformado y muchos empezamos a notar como la ansiedad se ha ido instalando en nuestras vidas. Pero de la ansiedad te hablare en la próxima publicación.

¿Y todo esto que tiene que ver con un blog que publica contenido sobre seguros?

Nada.

Pero sí se puede montar en bici, cantar Resistiré y aplaudir al mismo tiempo, qué impide publicar este artículo.

¿Te has apuntado a Resistiré en casa o eres de los que motivan a las fuerzas del orden en su trabajo?

Ahí lo dejo. Y tú, puedes dejar la respuesta en los comentarios.

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