En más de una ocasión te habrás desvelado preocupado por cómo vivirá tu familia si te ocurre algo. No busques el remedio en la farmacia, aunque también puedes encontrarlo, mejor búscalo en un buen seguro de vida.
¿Qué pasa si tengo un accidente que me impide volver a trabajar?
¿Y si me quedo en paro y no encuentro trabajo con mi edad?
¿Cuánto me quedará cuando me jubile, podré vivir con la pensión?
Vivir tranquilo te puede resultar más barato de lo que te imaginas. Únicamente tienes que tener en cuenta estas 5 cosas antes de contratar un buen seguro de vida.
1. ¿Para qué quiero contratar un seguro de vida?
Lo primero que tienes que evaluar antes de contratar un seguro de vida es para qué lo quieres, cuales son las coberturas que necesitas. Para que te hagas una idea rápida existen 3 grupos de seguros de vida.
1.1 Seguro de vida riesgo
Agrupa todas las modalidades en las que el fallecimiento es el desencadenante de la prestación del seguro pagando un capital a los beneficiarios del asegurado.
1.2 Seguro de vida ahorro
Su finalidad, como puedes imaginar, es ir acumulando un capital que podremos hacer efectivo llegada la fecha de terminación del contrato. Un ejemplo: en el momento de la jubilación o cuando tu hija comience la universidad.
1.3 Seguro de vida mixto
Combina las dos modalidades anteriores: en caso de fallecimiento antes de la finalización del contrato, los beneficiarios cobraran el capital convenido. En caso de supervivencia es el propio asegurado quien cobrará el capital acumulado del ahorro.
2. Una auditoria personal, ¿de qué recursos dispongo?
Ingresos, gastos, compromisos futuros, patrimonio, cuatro conceptos que debes analizar.
Tienes que empezar por calcular cuáles son tus gastos familiares y con qué ingresos cuentas, no solo ahora, deberías hacer una proyección de futuro, nadie mejor que tú para evaluar las posibilidades con las que cuentas.
Debes pensar en los compromisos adquiridos y su prolongación en el tiempo, préstamos o hipotecas que tendrás que seguir pagando. Pero también con el patrimonio que puedes dejar y los rendimientos que pueda generar.
El resultado de esa pequeña auditoria personal te servirá para saber qué capital debes asegurar.
3. ¿Cómo estoy de salud?
No solo debes tener en cuenta los aspectos puramente económicos, también personales, de salud.
¡Estoy como un chaval, hecho un toro!
Cuidado con confundir deseos con realidad, dependerá del seguro que elijas que tengas que pasar un examen médico.
A mayor capital asegurado, mayores posibilidades de que esto ocurra. Si no tuvieses que realizar el examen médico, sí que vas a tener que rellenar una declaración de estado de salud, en la que te aconsejo no ocultar ninguna información.
La edad, el estado de salud o la profesión determinan las primas que tendrás que pagar por el seguro de vida ya que definen el riesgo que asume la aseguradora.
4. Un seguro personalizado a mis necesidades
Llega el momento de la verdad, la elección del producto que mejor se adapte a lo que buscas. La oferta en el mercado asegurador es muy amplia por lo que tienes mucho donde elegir.
Que no te deslumbre la publicidad, porque solo es marketing. Debes tener muy claro lo que te ofrece el producto, las distintas formas de indemnización que tiene, sus limitaciones o si puedes personalizarlo añadiendo o quitando coberturas.
5. Costes y fiscalidad
Ya solo te queda leer las condiciones del contrato. Aclarar todas las dudas que tengas. Presta especial atención a que los datos personales estén bien, que las fechas vinculadas el contrato sean correctas o que los beneficiarios sean los que has designado, y sobre todo, los costes del seguro.
Las primas en los seguros de vida riesgo suelen incrementarse año a año en función de la edad, lo mismo te puede ocurrir en el seguro de vida ahorro si has elegido incrementar porcentualmente la cuota anual, por lo que has de pensar que en el futuro tu economía tendrá soportar este aumento.
También deberás pensar en la fiscalidad, porque son varias las formas de tributación que puedes encontrar en el momento de percibir el ahorro, según la modalidad de seguro de vida que hayas contratado.
Pensamiento final
Como ves, dormir tranquilo no cuesta tanto si te lo puedes permitir. Solo es cuestión de invertir un poco de tiempo en elegir el mejor seguro de vida y destinar el dinero necesario para asegurarte una jubilación mejor o garantizar el patrimonio a los tuyos en tu ausencia.
Ahora te toca a ti, por eso te dejo esta pregunta y te espero en los comentarios donde podremos debatir sobre tu respuesta
¿Qué seguro de vida tienes contratado o cual crees que necesitas?
Imagen destacada gentileza de Pixabay
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