Hace unos días me encontré en medio de una conversación entre un amo y un ama de casa. Hablaban de cómo habían llegado a esa situación. Los motivos eran distintos, uno lo había elegido libremente, a la otra, se lo había elegido su empresa. Ahora los dos hacían lo mismo, el trabajo en casa y percibían la misma remuneración: ninguna.
Ser amo de casa (o ama de casa) no está pagado y tampoco tiene precio…
¿Estás seguro de que no tiene precio?
Es cierto que se trata de un trabajo que no aporta ingresos a la economía familiar, pero no es menos cierto que evita que se generen gastos. Son muchas las tareas en el día a día del amo de casa: cuidar de los niños, limpiar, cocinar o lavar y planchar entre otras.
¿Si faltases para hacer ese trabajo, que pasaría?
Ahí es donde empezamos a cuantificar el precio que tiene ser amo o ama de casa. Si no estás tendrías que “externalizar” esas tareas, y pagar por ellas. El Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), estima que el trabajo de las amas y amos de casa equivale a unos 425.000 millones de euros, en torno al 45% del PIB del país.
Un seguro para el trabajo de amo (o ama) de casa
Estadísticamente el hogar es uno de los lugares donde más accidentes se producen, tal vez porque nos sentimos confiados. Los hay de todo tipo: caídas, quemaduras con el aceite o la plancha, cortes con cuchillos o tijeras. Se trata de pequeños o grandes accidentes que sufren quienes están expuestos a ellos, el ama y amo de casa.
Coincidirás conmigo que el trabajo en casa tiene sus riesgos. Imprevistos como accidentes, enfermedades o la ausencia de quien los realiza, aconsejan asegurarse contra ellos. En consecuencia son muchas las aseguradoras que han creado seguros específicos para los amos y amas de casa.
Lo primero que tienes que hacer, a la hora de buscar un buen seguro, es valorar las garantías que necesitas. Por ejemplo: un seguro que te cubra con una compensación económica que sirva para pagar el sueldo de quien te sustituya en tu trabajo, si sufres un accidente o te sobreviene una enfermedad.
Esta es solo una de las muchas coberturas que puedes elegir. Pero también puedes incluir la asistencia médica en caso de enfermedad, la asistencia domiciliaria o la contratación de un capital para el caso una invalidez permanente o enfermedad grave. Y porque no, en caso de fallecimiento el pago de un capital a tu familia.
Quiero insistir que no debes menospreciar los riesgos que conlleva el trabajo en casa. Por tanto te conviene elegir las garantías que mejor se adapten pero sin olvidar que el seguro no es gratis por lo que debes pensar si tiene cabida en tu presupuesto.
Ahora dime, ¿Qué riesgos consideras que tienes que asegurar como amo o ama de casa?
Imagen gentileza de Pixabay
Siempre didáctico y entretenido. Muy bien Amigo Carlos. Un abrazo.
Hola, me alegro de leerte y gracias por tu apoyo.
Un abrazo
Carlos
Carlos amigo, como siempre muy claro y muy bien expresado, llega seguro a las personas. Pero en este caso ¡¡me encanta la referencia a Cervantes!! jaaa, jaaaa ¡¡ muy muy gráfico!!…..
Isabel
Gracias Isabel, me alegro de leerte de nuevo por aquí.
Cualquier referencia a Cervantes es merecida y si esta viene de la pluma de un genio como Forges, con la que les está cayendo, no podía resistirme a compartirla.
Un abrazo
Carlos