Hoy quiero pedirte que respondas a esta pregunta con total sinceridad: ¿Sabías que las niñas están aseguradas todo el día? (y los niños)
No hace falta que me des una respuesta ahora mismo. No te estoy examinando. Mi intención es que seas sincero contigo y analices si tienes la respuesta a estas cuestiones:
- ¿Quién paga la asistencia médica si mi hija se cae en el cole y se rompe un brazo?
- ¿Qué pasa si el chaval tiene un accidente en el bus escolar en el que recorre 40 kilómetros al día para ir al cole?
- Los hijos del vecino, me han roto un cristal de la ventana de la cocina de un balonazo, ¿Se harán cargo sus padres de pagarlo?
- ¿Necesita mi hija algún seguro cuando se vaya de intercambio escolar a Francia?
Pues hoy quiero dejarte más tranquilo sabiendo que los niños y las niñas están aseguradas aunque no lo sepan.
Para mí, el que hijos disfruten de una cobertura de seguro ante los imprevistos que pueden tener en cualquier momento, me da seguridad. Existen una serie de pólizas, muchas de ellas de obligada contratación que los mantienen asegurados durante todo el día. ¿Quieres saber cuáles son?
De camino al colegio, las niñas están aseguradas (y los niños) aunque no lo sepan
Para muchos chicos y chicas el día empieza subiendo al bus que los llevará a la escuela. En ocasiones los desplazamientos son de apenas unos pocos kilómetros, en otros son trayectos mucho más largos.
Conviene explicarles lo importante que es viajar seguro, ir correctamente sentados, con el cinturón abrochado o atender las instrucciones del conductor o monitor del bus.
Aun con todo, viajar en autobús comporta un riesgo, riesgo que debe estar cubierto por un seguro obligatorio de viajeros.
Pero además, si el uso del autobús es escolar o la mayor parte de los usuarios son menores de 16 años, según lo establecido en el artículo 1 del Real Decreto 443/2001, de 27 de abril, sobre condiciones de seguridad en el transporte escolar y de menores, deben tener cubierta de forma ilimitada su responsabilidad civil por los daños que puedan sufrir los ocupantes de los vehículos en que viajen.
Mientras están en la escuela
Casi un tercio del día lo pasan los chavales en el colegio, y no precisamente estudiando. También hay momentos para el juego, para las actividades extraescolares o la práctica de algún deporte.
¿Quién no se ha dejado la rodilla o algún que otro diente, en el suelo del patio? Yo, por ejemplo, tengo una cicatriz en la barbilla desde mi época escolar.
[bctt tweet=»En España, para protegerse ante los accidentes que puedan ocurrir en los centros educativos, existe la obligación de suscribir un seguro escolar.» username=»CarlosDestrada»]El seguro escolar obligatorio, abarca a todos los estudiantes desde tercero de la ESO hasta los 28 años, sea cual sean los estudios que curse. Se paga, una pequeña cantidad cada año, dentro de la matrícula del curso. Aunque incluye otras coberturas, la principal y más usada, es la asistencia médica en caso de accidente causado en las instalaciones del centro escolar o en viajes y excursiones organizadas por este.
Entonces, ¿Los niños y las niñas están aseguradas cuando no han llegado todavía a tercero de la ESO?
Sí, no te inquietes, las niñas están aseguradas, igual que los niños que cursan infantil, primaria o primero y segundo de la ESO, aunque no por el seguro escolar obligatorio. Todos ellos están cubiertos por los servicios médicos de la Seguridad Social.
No obstante, son muchos los centros escolares o las asociaciones de padres que contratan un seguro de accidentes complementario para todos los alumnos.
Y en el comedor del colegio o en la piscina
Cada vez los controles son más rigurosos en el comedor escolar, pero los chavales que acuden a comer, no dejan de estar expuestos a sufrir un percance. Una intoxicación o la intolerancia a algún alimento son motivos de riesgo para que el centro escolar cuente con un seguro de responsabilidad civil o exija tenerlo a la empresa que preste el servicio de comedor.
Otra de las actividades que conlleva determinado riesgo es la actividad física, la práctica deportiva. En este caso, el seguro escolar responderá cuando la actividad se desarrolle dentro del programa escolar del centro. A veces, la actividad va más allá del ámbito escolar y los chavales se integran en equipos para participar en competiciones federadas. En ese caso la federación de turno incluye un seguro de accidentes en la ficha federativa.
Ir a la piscina a nadar, al gimnasio a practicar artes marciales o simplemente jugar un rato al tenis, al pádel o fútbol, también constituyen un riesgo que normalmente está asegurado. Por un lado con un seguro de accidentes que te cubrirá la inoportuna torcedura o el pisotón inesperado. Y de otro, un seguro de responsabilidad civil de la instalación por si una negligencia o descuido provoca un daño.
En el parque…
En el parque de bolas, la ludoteca o en el tobogán del parque municipal que tienes enfrente de casa, las niñas están aseguradas (y también los niños).
Si la instalación es privada, lo más probable es que, para concederle la licencia de actividad, haya tenido que suscribir un seguro de responsabilidad civil.
En el caso de instalaciones municipales, es el Ayuntamiento quien debe responder ante cualquier eventualidad. Por eso, en caso de accidente conviene avisar a la policial local para que levante atestado y junto con el parte de lesiones, reclamar al Consistorio o al seguro de responsabilidad civil que tenga contratado.
¡No lo he hecho a propósito…!
¿Cuantas veces has oído esta frase? Estoy convencido que la dijiste en alguna ocasión de pequeño. Son muchos acontecimientos en los que sin querer causamos daños a un tercero. Y los niños tampoco están exentos de provocarlos.
La mayor parte de las veces son pequeños daños que hay que reparar: el cristal de una ventana roto por un balonazo, un grifo que se ha olvidado cerrar. Pero en otras, los daños pueden ser mucho mayores y para eso el seguro de hogar incluye la cobertura de responsabilidad civil familiar.
El bullying o el grooming, también están amparados por el seguro
Volvamos de nuevo a la escuela.
Cada vez es más habitual escuchar en los noticiarios, casos relacionados con el acoso escolar o bullying. Y porque te digo esto, porque las aseguradoras han ido adaptando sus coberturas en los contratos a los nuevos riesgos, intentando que cualquier daño causado en el la escuela o bajo la responsabilidad de su personales este incluido. Esto ha hecho, que actuaciones como el bullying formen parte de los riesgos incluidos en el seguro de responsabilidad civil.
Pero las nuevas tecnologías e Internet, herramientas útiles para aprender y comunicarse, se han convertido para niños y adolescentes en un instrumento de peligro. Y del mismo modo que ese hijo hoy es el verdugo, mañana puede ser la víctima. En ambos casos siempre puede haber un seguro que le proteja.
El seguro de responsabilidad civil familiar para hacer frente de las indemnización por los daños que haya podido causar a un tercero por ciberacoso o revelación de información.
Y si tu hijo es la víctima, existen seguros de hogar en el mercado que incorporan servicios informáticos que podrán ayudarte a configurar el móvil o el ordenador de tu hijo para protegerlo al navegar por la Red. Además, también puedes contar con asistencia legal, que te podrán aconsejar sobre qué hacer legalmente para detener el daño. O servicios médicos y psicológicos que ayuden a la víctima a superar la situación.
Conclusión
Ya sabemos que las niñas están aseguradas todo el días ( y los niños, también) aunque no tengan ningún seguro a su nombre. El día comienza con el viaje al cole en el bus escolar, continua con la estancia en clase, el recreo y el paso por el comedor. Después la clase de yudo y de vuelta a casa, una parada en el parque para tirar unas canastas. Y en cada actividad, tu hija, ha contado con la protección de un seguro.
Algunos de estos seguros son obligatorios y otros de necesaria contratación. Pero es que además en el ámbito escolar existe todo un catálogo de productos, desde los seguros de salud o accidente para estudiar en el extranjero, hasta los más novedosos, los seguros de continuidad de estudios, que, en caso de fallecimiento del cabeza de familia, pagan los estudios del hijo hasta que finalice el bachillerato o la universidad.
Si has conseguido llegar hasta aquí, te has ganado un sobresaliente, algo que el seguro no puede garantizarte.
Y ahora es tu turno para responder a esta pregunta
¿Has puesto en práctica sistemas de control parental para proteger a tus hijos de las amenazas más comunes?
Imagen de Pressfoto – Freepik
Muy buenas tardes Carlos, efectivamente ¡¡ de nuevo aquí estamos!! con la rutina habitual. No me cabe duda de que este articulo será de gran utilidad, porque creo que la mayor parte de las personas no saben todo lo que tu explicas, de forma clara y concisa.
Sigue trabajando por favor, que ayudas un montón.
Un abrazo, Isabel
Hola Isabel, me hace feliz que tengas esa visión del post.
Un abrazo,
Carlos